Viaje Corea del sur Seul(1) de nuestra alumna Sara
Cómo no, nuestra última parada fue la maravillosa capital del país: Seúl.
Y esta vez os confieso que aunque mis ganas de conocer la ciudad eran inmensas, sí que me daba un poco de miedo. No estoy acostumbrada ni a las aglomeraciones, ni a ciudades más grandes que nuestra capital en España, y pensaba que quizá Seúl fuera demasiado gigantesca para mí. Os pondré una comparación simple: Seúl en 605Km2 consta de 10 millones de habitantes, mientras que Madrid en 604km2, consta de 3 millones. ¿Cuál es el resultado de esto? Que en prácticamente la misma extensión, al triplicarse la población la sensación es de una ciudad mucho más grande y abundante que en este caso la comparada Madrid.
A todo esto, no ayudaba que llegáramos en medio de un tifón que cruzaba Seúl en nuestro primer día en la capital. Se juntaban dos cosas entonces: nunca había pisado una ciudad tan habitada, ni había estado en el mismo radio que un tifón. Al embarcarme en este viaje tampoco pensaba que saliese todo a salir de boca y eso era parte de la gran aventura, así que la verdad es que todo fueron risas. El tifón realmente me dio más miedo que espanto al caminar, y no salí volando en ningún momento, así que puedo decir que sobrevivimos con éxito.
No estuvimos ni más ni menos que 7 días en Seúl, y aunque creo que es un tiempo casi perfecto, no os creáis que no nos quedaron cosas que hacer, porque si algo es Seúl, es tan grande como todas sus posibilidades.
Si algo podéis encontrar en Corea en general, son los alojamientos baratos y de una calidad bastante buena para su precio económico. Nuestro último alojamiento en este viaje fue de un hostel donde por primera vez en nuestra estancia en Corea hablaban perfectamente el inglés, en medio del famoso y concurrido barrio de Hongdae. Y sin duda alguna os diré que acertamos de lleno al decidir que nuestro “hogar” durante esa semana estaría allí. Hongdae es el barrio universitario de Seúl por excelencia, y uno de los más visitados tanto por turistas, como por la propia gente de la ciudad.
Si os recomendara algún momento específico para pasear por Hongdae, sin duda alguna sería la última hora de la tarde, cuando las luces de todas las calles se encienden y el ambiente es más especial. Ya os he comentado en el resto de paradas que Corea es completamente diferente por la noche, pero en el caso de la capital es llevar eso al máximo exponente.





Mi corazón vibra todavía cada vez que recuerdo el buen ambiente de Hongdae, lleno de juventud que viene y va, restaurantes a rebosar, ecos de risas, puestos callejeros de comida que dejaban ese olor tan característico en el aire… las luces procedentes de las tiendas y el crujir de las bolsas de los compradores compulsivos (como aquí una servidora, no os voy a engañar). Los neones brillando a todas las alturas, anunciando ofertas, buena comida y karaokes por todos los lados; pero sin duda, lo que más hacía vibrar de esa manera tan diferente a Hongdae, era la música callejera. Había decenas de grupos y otros tantos solitas que se dedicaban a bailar o a cantar covers de grupos de kpop a lo largo de la calle principal. Y cada grupo tenía su público escogido, porque lo que algunos hacían allí eran verdaderos conciertos. Minis, pero conciertos al fin y al cabo. Esa atmósfera que se creaba al escuchar a la gente gritar, aplaudir y animar a aquellos que más les gustaban es indescriptible. Recuerdo la primera vez que caminé por aquella calle, y sólo os puedo describir como única la energía que se respiraba allí.
Tanto nos gustó, que no perdíamos un día sin dar una vuelta caída la tarde, o por la noche cuando ya volvíamos de nuestro plan del día. Nos permitimos conocernos casi todo el barrio universitario, y todos los grupos y solistas que allí tocaban y bailaban. Y por si fuera poco, nuestro restaurante de pollo frito y nuestros bingsus favoritos también se encontraba allí. ¿Algo más que pedir?
Una de nuestras primeras paradas fue el templo Bongeunsa. Ver un buda enorme, junto a su templo, en mitad de uno de los barrios más concurridos de Seúl, fue todo un contraste y un pedazo de lujo. Había muchos más turistas de los que nos habíamos encontrado hasta ahora, pero merece la pena; sobre todo ponerse de espaldas al buda y observar los rascacielos de la ciudad detrás de los templos tradicionales, un pequeño hueco que se ha hecho la naturaleza en medio del caos de la capital.

Para un amante de la lectura como lo es una servidora (no sólo me gusta comprar), una parada en Starfield Library es obligatoria. Una biblioteca/librería gigantesca que era una mezcla entre arte moderno y conservador te sorprenderá. Te esperará una gran cantidad de libros bien expuestos en estanterías tan altas como edificios, todo iluminado con neones en tonos marrones; en un espacio diáfano y con una increíble luz natural difícil de conseguir teniendo en cuenta que se encuentra en un piso subterráneo. No os voy a mentir, cuando hice el plan de visitas de Seúl, estaba obsesionada con este sitio, y no fue para menos. Aunque nos costó un poco llegar, mereció la pena. Y es que la biblioteca está escondida en el subterráneo del COEX, el centro comercial más grande de la ciudad, y uno de los más grandes de Asia. Como para no perderse ¿verdad?



El barrio Gagnam es la cuna de estos dos espacios tan especiales de Seúl. Uno de los barrios más populares y más exclusivos de la ciudad, donde cuanto más arriba mires, más verás. Avenidas enormes separadas por carreteras de hasta seis carriles, imaginaros la locura.




Al ser por excelencia una de las zonas más ricas y comerciales de la ciudad, siempre había una cantidad inmensa de gente paseando por las tiendas de diversas marcas, o trabajadores apresurados con café en mano dirigiéndose a las infinitas empresas que había por la zona. Hablando de cafés… ¿Sabéis cuántos Starbucks llegué a contar en menos de una hora paseando por el barrio? Nada más y nada menos que 50. No os miento, os prometo que cuando me di cuenta que sólo veía el famoso simbolito de la cafetería por todos los sitios, decidí contarlos hasta que, obviamente, me cansé de hacerlo. La franquicia americana es todo un éxito allí y sinceramente os puedo decir que creo que había más cafeterías que restaurantes en la ciudad.
¡Nos vemos en el siguiente blog!
Articulo escrito por nuestra alumna Sara G(www.instagram.com/g7Sara)
Feature Image Source: ©️Photo by Sara G
Las paradas anteriores
1.Busan
2.Gyeongju
3. Daegu
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